lunes, 22 de septiembre de 2008

Estremecer en cada gemido de sus labios, caer en el letargo que sus llemas dibujan en mi piel ardiente de deseo. Escalar por su cabello y sentir que sus ojos desaparecen de estas sabanas que atan su cuerpo contra el mio entrechocando, como dos almas de fuego a punto de estallar, a punto de conseguir que se pare el tiempo y la noche nos funda por completo junto a los sentimientos; en el tictac de cada caricia congelada por su aliento.

1 comentario:

saudade dijo...

Doble oportunidad de volver a sentirlo...
:)