lunes, 28 de julio de 2008

Once meses y un millón cuantrocientas noventa y cinco sonrisas por tí.

Once meses, un millón cuatrocientas noventa y cinco sonrisas por ti, muchas, muchísimas caricias, pero, ¿cuántos besos?. ¿Cuántos besos son de tu cuerpo a tus palabras? ¿Cuántas caminatas de la almohada hasta tu pelo, tus brazos, tus labios? ¿Cuántas rimas duran de tus manos a mi cintura? ¿Cuántas noches? ¿Cuántos días perdida en tu cama, en el sabor de tu boca, en las miradas extensas pero siempre claras? No faltarán nunca razones por las palabras que se atan a la sábanas, a tu corazón, a mí, a ti, a nosotros, a los dos. Sabes que mi cosquilleo nunca se acaba, mi pulso no parará mientras me envuelvas en locura, en sal, azúcar, limón y mora, todo batido con tus suspiros y tus 'te necesito'. Quiero saber los kilómetro que habrá de los sentimientos a tus punzadas por mí y que me abraces, fuerte, para siempre, como nunca. Que me añores y me grites, y yo te escuche, bien o mal, pero te escuche. Que tus carcajadas no lleguen distorsionadas nunca a mi tímpano, por que si no te hago feliz, que me ahoguen y me maten con tus recuerdos, no quiero vivir si no es por ti.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

"Si yo fuera tu asesino conmigo nunca tendría clemencia, y me condenaría a muerte, que es condenarme a tu ausencia."

Y que haya muchas más sonrisas sinceras.

saudade dijo...

Qué grande... Me he quedado sin aliento.
Te añado a mis links, para poder seguir leyéndote.

Un beso fuerte :)

R. dijo...

"Porque en esta vida no quiero otros besos"

OjosMiel. dijo...

Las sonrisas, hacen momentos, y los buenos momentos hacen vidas:)

Nalen dijo...

me encanta me encanta me encanta *______*

Éxta[si]s dijo...

Haz caso a las palabras que escribí un dia:

'Lengua y matematicas, quiero sumar todos los besos y dividirlos entre los kilometros que nos separan y conseguir superarlos, así te verás obligado a besarme infinítamente.'



No te alimentes de otra cosa que no sean besos, nunca te pongas a regimen, luego viene la ansiedad por querer deborar lo que se perdió en el fondo de la nevera, en su defecto, de la basura.



Un besazo